¡ Ven, lluvia sigilosa !.

¡ Despierto en la mañana .
Consternado me hallo !.

Surge la imperiosa necesidad  de ver 
la lluvia ante mis ojos .
Oler a humedad , a esa tierra mojada.
Tierra necesitada de quedar empapada 
por una apetecible agua que caiga 
desde un cielo gris.
Agua cuya frescura dé un abrazo de esperanza
a un pueblo sumido en la desolación.

¡ Te echo de menos en mi amanecer !.

Miro al frente . El horizonte es claridad.
El sol transita por calles desiertas .
La ausencia de nubes es una mirada 
sin  consuelo y desaliento en palabras .

¡ Quisiera verte aparecer , lluvia sigilosa!.

Verte como la flor en primavera, 
como la melancolía en otoño
y  no, como una quimera sin realidad.
Verte para apaciguar el tormento
de unos campos que sedientos están.
Verte para que fueses 
esa caricia de antaño
al regar las tierras que son el fruto 
de una vida de tranquilidad.
Ven y despliega tus besos 
como gotas de placer
y regresa con el espíritu del frío  
para dar escalofríos al atardecer.

¡ Ven, lluvia, 
riega mi senderos.
Te echo tanto de menos
que subiría al cielo 
para traerte en mis manos
y esparcirte 
por la tierra que labramos !.

¡ Ya mi cuerpo reclama el frescor de los días
por la pesadez de un perenne calor !

Sigo desolado al ver un horizonte enrojecido,
sin nubes que presagien tu presencia,
sin el consuelo de ver llorar al cielo...
Todo se torna en un paisaje de soledad
donde los campos dejaron de soñar.
Muertos se encuentran.  Inmersos en el cantar 
de un verano que no se marcha hacia ningún lugar.

¡ Ven , dulce placer, ven !.

Reposa tu piel en mi piel.
Reavivemos el encuentro 
adentrándonos en el amor 
al amanecer .
En mi tierra , tu hermosura 
refleja vida.
Derrama tu alegría 
sobre la seca ilusión
y todo florecerá 
a un nuevo despertar
que haga solventar 
un tiempo de triste soñar.

---- paco polonio ----