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martes, 28 de mayo de 2013

¿Alcanzaré a ver esos caballos gallegos?.

La sabor halagüeño de un despertar propicio me ha llevado a poner mis ojos en el horizonte . Tras mi ventana, la mirada se iba alejando hasta los confines de un norte cercano. He querido satisfacer lo que siempre ha sido un sueño, un deseo, un ansia profundo...Ese estado material se ha transformado en una repentina quimera. He surcado los vientos para llegar ante esos caballos que suben hacia el cielo. Los miraba y no creía estar ahí.
! De repente, una lágrima !
El ruido ensordecedor de la desesperación no me afectaba, sólo quería sentir el latir de esos caballos que trotaban hacia el cielo en busca de ilusiones. Cada músculo de su cuerpo, era la fuerza que me transmitía no decaer en lo anhelado, cada respiración ha sido un palpitar en mi corazón que me ha conducido hacia ese lugar junto al mar del que tanto habla mi soñar.

¡ Lágrima tras lágrima 
sin consuelo
pero allí estaba yo !

De pronto una voz. Si , me era tan familiar, que no quería que fuese un sueño sino la misma realidad del encuentro. Dos ríos han aflorado por mis ojos. Alegría era ese agua que fluía en el cauce que se formaba en mis mejillas. 
¡ No lo podía creer, estabas allí !
" Una imagen vale más que mil palabras ". Bendito el que dedujo la realidad de los hechos palpables. ¡ Si, estabas allí !. No sabía en qué momento me hallaba. ¿ Era sueño, era real lo presenciado por mis ojos ? Cavilaba e inmóvil permanecía. No quería acercarme por miedo a que se esfumase lo que ante mi acontecía.
¡ Más palabras me hicieron avanzar !
Miraba hacia el lugar donde procedía el eco de aquella voz dulce y recordable. ¿ Qué podía perder si era un sueño ? ¿ ... y si todo fuese sucediendo tal cual ? Puse mis pasos en dirección a aquella sutileza que me aguardaba. Mi decisión era firme y no quería divagar en pensamientos. Quería conocer y nada me impediría no hacerlo.
¿ Hoy no te apetece levantarte ?
Aquella voz también la conocía pero no era la que esperaba. Miré nuevamente al horizonte y todo se había esfumado. Aquellos caballos trotando hacia el cielo habían conseguido su ilusión pero yo me había quedado sin ella. ¡ Otra vez, otra vez se desvanecía mi sueño !. Sólo me rondaba la resignación de preguntarme ¿ Por qué sucede que cuando más cerca estoy, todo se evapora hacia la nada ?
Puse mi andar en el suelo y miré tras la ventana como una nube se despedía de mi. Algo me decía que llegaré a ver esos caballos y escuchar esa voz que me llamaba a lo lejos. Una última mirada me ánimo a seguir en mi empeño....sueño, realidad, ilusión, perseverancia; fuese lo que fuese llegará llegado el momento, pero mis ojos no morirán sin ver esos alegres caballos que van hacia el cielo.

Paco Polonio....

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