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domingo, 28 de octubre de 2012

El perdón es la calma.


Se concilia sin miedo el perdón 
con la entrega de un beso.
El drama se desvincula,
se convierte en un impulso en la noche.
Cuando se atesora un equilibrio 
las inquietudes se dilapidan
sin pensamientos en un triste pasado.

Ahora, el declinar de las hostilidades
se vuelven un cielo estrellado.
A la luz de la luna se liberan las penas
y la calma incurre en las sombras.
La represión se olvida. 
El lance hostigador camina sin valor 
y en un gesto de concordia 
el encuentro ilumina unos ojos desolados.

Surge una luz que emite sentimientos,
un perdón en el alma.
El velero insigne de la razón navega
y en los ojos se encandilan el vivir.
Con la clemencia, la alegría ha vuelto.
Sin disyuntivas, un abrazo es consuelo.
El sufrir se ha marchado para no volver
y las palabras brotan hacia el buen hacer. 

Cuando el perdón habla,
en el interior todo se enaltece
como un mar de templanza.
Al perdonar se siente felicidad
y un suspiro al cielo azul
hace mitigar confusiones
que llevan a la soledad.

---- paco polonio ---

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