Pasaba la media noche cuando despertó con dolor de cabeza . Ensimismado en su confusión, sentía sollozos a lo lejos que le inquietaban. Su mente volvía a recordarle cuanto había sucedido en las horas previas a su taciturno despertar. El corazón le palpitaba a tal velocidad que hacía que sufriera espasmos y falta de ventilación en su respirar. Ahora, iba comprendiendo cuanto daño había causado a su esposa. En su cuerpo cabía el miedo a ir a socorrerla, pues pensaba que si se presentase ante ella, podría asustarla creyendo que le iba a propinar otra tanda de golpes...
Con su mente puesta en el pensamiento , divagaba por las situaciones que le habían llevado a cometer aquella atrocidad que padecía su mujer.
Contrariado , acabó dormido escuchando los débiles lamentos que aún producía la persona a la cual tanto quería.
En la madrugada, se despertó nuevamente por los sueños que le acechaban. Dubitativo por el desconsuelo en el que se veía inmerso, creyó que lo correcto era ir a pedirle perdón ahora que los sollozos habían terminado. Llegó ante la habitación donde dormía su mujer y , muy cautelosamente , abrió la puerta para encontrarla dormida. Pensó en despertarla, pero ¿ Sería lo conveniente después de propinarle una gran cantidad de golpes e insultarla ?. La dejó descansar por miedo a que creyese que ahora iba a hacerle más daño o incluso violarla.
En la habitación contigua, sus hijos dormían como si nada hubiese ocurrido... ¡ Seguro que han escuchado todo !- se decía camino de su habitación.
Sentía odio de si mismo, vergüenza y creía ser el hombre más perverso del universo. Un calvario padecía para conciliar su sueño. Pensó en dejar de vivir y así hallar el mejor camino a su tormento... pero a la hora de realizar su pensamiento , no tuve el valor de hacerlo realidad.
Llegó la mañana. Se levantó pronto al no poder dormir nada. En su cabeza retumbaban los golpes dados a su mujer y con más intensidad, sonaban los gritos que ella producía. Sin despertar a nadie de la familia, cogió camino de la comisaria más cercana . Se presentó ante un policía para pedirle hablar con el comisario. Quería ser detenido por miedo a matar a su mujer en cualquier ocasión.
Fue conducido ante el comisario para relatarle lo que le oprimía dentro del cuerpo.
-¡ Quiero ser detenido para que puedan ayudarme a cambiar lo que soy . Sé que cualquier día mi mujer puede padecer mi ofuscación y temo llegar a lo peor. Estoy pasando una mala temporada sin trabajo y sin apenas dinero . Salgo para evadirme de los pensamientos. El alcohol es el mejor amigo que tengo para despreocuparme de todo. Llegó tarde a casa . Al entrar , ya me estoy enfrentando a mi mujer y acabo dándole golpes sin motivo alguno. Así llevamos un tiempo !. Seguía el hombre con su amargura en el relato: ¡ Después de lo que he hecho no me he atrevido a hacerme daño yo. Por eso vengo por voluntad propia !
-¿ Asume que ha pegado a su mujer ?- le dijo el comisario con sus ojos puestos en aquel individuo que reclamaba prisión .
-¡ Si , señor comisario y no es la primera vez . En mi casa , hallaran a mi señora. Esta es la llave de la puerta para que puedan entrar y comprobar cuanto les digo !.
Impresionados por cuanto les decía , el comisario mandó una patrulla para corroborar las palabras que con tanta desgracia promulgaba aquel desolado hombre.
-¡ Sepa usted que esto lo hago para salvar a mi mujer y a mis hijos. Sé que algún día puedo hacerles mucho daño y no quiero que eso ocurra !.
Después de una llamada de la patrulla , fue llevado a prisión para pasar a disposición del juez . El sería quién deliberase sobre la petición de este hombre.
El juez le condenó a un centro para que estuviese en tratamiento y así recuperarse. En un futuro, podía convivir con su esposa, siempre y cuando ella lo aceptase.
Un bonito relato pero un tanto utópico por ahora, Paco.
ResponderEliminarOjalá fuera más común de lo que es en realidad.
Un beso.
Puff, no se si decirte : "Sin comentarios", o explayarme, jajajja, porque resulta que como estoy en contra de cualquier violencia de género, ya sea persona, animal , planta, o toda cosa viviente, pues podría extenderme demasiado. Soy antitaurina y odio incluso las cosas que le hacen a algunos animales en algunos pueblos que dicen que eso es cultura y tradición, no puedo con eso.
ResponderEliminarEl caso que relatas es poco común, la verdad, porque a veces el hombre es cobarde y no se atreve a presentarse así de esa manera, otras si, por supuesto, de todas formas el hombre de ésta historia es lo mejor que pudo hacer, aunque también habría que plantearse si actuaba así por limpiar su conciencia, en fín, cada caso es un mundo amigo.
Siempre es un placer adentrarse en tus poemas y tus escritos, son fascinantes, amigo te mando un enorme abrazo desde mi tierra sureña.
Hola querido Paco, buff es un tema un poco peliagudo, porque como bien dicen en los anteriores comentarios, de casos así 4 de contados.
ResponderEliminarQue lo vean tan claro el daño que están haciendo, solo unos pocos. El orgullo de "macho" no les deja ver más allá de su nariz, no les deja ver su propia nulidad como ser humano, su incapacidad de sacar adelante su familia (cosa que le hiere en lo más hondo) lo pagan con la persona que más quieren.
Bien parece una contradicción, ¿que más quieren?, es que me parece una aberración que encima vayan diciendo eso, "que ellas son lo que más quieren". Pues no veas si no la quisieran pufff
Ojala lo que pasa en ese relato, se diera en más ocasiones, se salvarían muchas vidas.
Espinoso tema querido. Estaré atenta a los comentarios dejados por varones, será interesante saber su opinión también. Tu te has posicionado, como no esperaba otra cosa de ti jeje
Besitos azules querido amigo, que tengas un buen día, muassssssssss .. À bientôt ;)
La violencia en sí es degradante para el que la padece. Añadir a tu magnífico relato que hay hombres que también son maltratados.
ResponderEliminarBesos Paco.
Esa clase de "personas", no tienen ni derecho a respirar.Sinceramente me dan muchísima pena las personas que son sometidas a tan cruel tortura.No solo es el daño físico, el psicológico es muy difícil de recuperar.
ResponderEliminarPatético que existan animales(con perdón a los animales)de esta índole.
Tu relato precioso, pero lamentablemente quien agrade de tal forma, extraña vez busca ayuda.
Besitos amigo.
Que decir ante tus letras que despiertan emociones intensas, un grito unido para entonar NO A LA VIOLENCIA DE GENERO.
ResponderEliminarBesos y cariños
qeu triste, no estoy de acuerdo a la violencia de ningun aspecto. cero tolerancia.
ResponderEliminarlastimosamente pasa a diario. tantos abusos en este mundo.
muy impresionada con la lectura.
bsitos
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Pese a lo escabroso del tema muy alentadora me resulto la lectura... ojalá y el hombre de tu texto se multiplicara en la realidad, por miles...
ResponderEliminarMe sumo a una tajante tolerancia cero de cualquier índole de violencia.
Admirable tu fuerza, loable tu intención que se aprecia.
Un beso.
Ojalá hubiera hombres así pero lo importante es proteger a esas victimas, hombres o mujeres.
ResponderEliminarSaludos majo.
No ante ningun genero de volencia.
ResponderEliminarun saludo
Estoy totalmente en contra de toda violencia, sinceramente no creo que alguien nacido malo se recupere, no es un virus que se cure con decir "perdón".
ResponderEliminarBesitos
Al menos este relato dentro de lo malo ha terminado bien, aunque por desgracia no es lo normal, lo normal es que la persona que maltrata no es capaz de reconocerlo, y mucho menos de entregarse a la policía para evitar males mayores. Ojalas fuese así.
ResponderEliminarEl maltrato es intolerable da igual del tipo que sea.
Un abrazo amigo y me uno a ti en la celebración de este día.
Me uno a la cadena por una convivencia sin violencias ni maltratos, y quien lo haga que la justicia imponga cadena perpetua.
ResponderEliminarun placer pasar por tu casa.
feliz fin de semana
un abrazo.
este es un tema que no debería suceder. Es lamentable que en el siglo XIX aún sucedan hechos así. Me uno y me solidarizo con las víctimas
ResponderEliminarEl maltratador primero empieza insultando, empequeñeciendo a la persona dejandola por el suelo delante de amigos despues las broncas y al final llega los golpes ya cuando la persona se considera una mierd...
ResponderEliminarNo al matrato no solo de las mujeres sino tambien la que reciben los niños, uff no sabes la de veces que llegan al hospital con indicios de que aquello que el niño trae no es simplemente de una caida...
Ojala que el maltratador pague ante la justicia y que haya proteccion contra las victimas para que no les vuelva a suceder...
Primavera