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viernes, 5 de abril de 2013

Eres el Cristo...



De tus manos sale la esencia de la primavera
doloridas y atormentadas están
 dan acogimiento a corazones sombríos y azotados 
por un mundo colmado de rencor.
Eres el Cristo, mi fe... la consagración
de sentimientos en el alma.
A ti esbozo mis palabras, mi flaqueza,
mi tristeza y mi oración.
Ahí clavado en ese frío madero te observo,
pongo mi pensamiento en esos espacios de tormento
que te absorben y sufro por cada herida
de tus manos, tu cara y tu espalda.
La razón es el buen camino 
aunque a ti la injusticia te dieron .
Claudicaste ante el menosprecio  
tanto romanos como servidores de la fe
y de seres que no vieron tu forma de querer.

En mi cuerpo 
resuena la mortal lanzada que te infligió
esa mano infame y vejatoria.
Se consignan las palabras ofensivas en mi mente
y desvanezco ante tanta ingratitud
que te llevaron 
hacia la degradada muerte.
Eres el Cristo...mi Cristo
Cada quejido es una puñalada en mi pecho,
cada suspiro, una gota de dolor.
Te miro y las tinieblas me acogen
la amargura penetra en mi adentro.
Tu silencio 
me hace padecer esas torturas 
que debió padecer el hombre
por sus ofensas e injurias tormentosas.
Sus pecados recayeron en ti, mi Señor, 
en tu ser, en tu sentimiento.
Tu corona de espina 
es el símbolo de la injusticia
y esos clavos primaverales 
la señal de suplicas y voces desmesuradas.
Te crucificaron al caer la tarde, mi Señor,
¡ qué agravio hicieron contigo, Redentor !
Eres tu el remedio de conciencias desvariadas
el perdón de creyentes y miradas desconsoladas.
A ti, Señor, te alabo
por ser fe y esperanza.

---- paco polonio ----

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