No quiero debatir con lo pasado,
preciso una gota de inspiración para hacer de mi compasión
un alarde de palabras y hallar el valor que dé firmeza a mis actos.
No me motiva pasar este túnel ingrato agazapado en el silencio,
aferrado a indómitos sentimientos que van y vienen
sin dar claridad a la tolerancia por la cual me he desvivido.
¡ Oh, señor, alumbra mi camino !
La ley del destino se ha posado en mi.
Ha dejado infortunio, dejadez, desdicha y malos pensamientos.
Ha provocado un final receptivo y con aspereza.
Estos días me saben a drama.
Es un deshielo en mi cuerpo, un río bravío de lamentos
que me llevan a un mar de locuras desangeladas...
mas todo no es ingratitudes. Abro los ojos en la mañana
y un nuevo día se abre a mi encuentro.
¡ Señor, eres luz que guía
enséñame el camino !
Las contiendas padecidas proporcionan un lacrimoso padecer
pero el matutino despertar hace ver en el horizonte
la marcha de receptivos momentos.
Todo pasa y nada queda.
La equidad de lo vivido es saborear lo grato
y olvidar lo pusilánime.
He aquí el poder del vivir, de concebir los acontecimientos
tal cual se presenten.
Valorar lo bueno es la verdad
y hacer recuerdo u olvido
y hacer recuerdo u olvido
de esa marea de sentimientos que nos limitan
es adherirse a la palabra libertad.
es adherirse a la palabra libertad.
---- paco polonio ----
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