Despunta la mañana.
El sol ya abraza sin consuelo.
La cintura repleta de fatiga
es el lugar donde se agolpan
puñales que hieren sin llanto.
Las manos doloridas ya no pueden acariciar
la bella flor que comparte una vida.
Manos encalladas repletas de tormento,
negro el alma al sufrir sin esperanza...
todo es un camino de obstáculo sin sentido
para conseguir un pan
que alivie el pesar de la familia.
En el campo de verdes olivares
el cantar es ya silencio.
La mano opresora desgarra sangrando
el aliento del que se levanta en la madrugada
sin saber que le aguarda.
¡Qué pena tener una vida sin propiedad
para que sea dueño de la palabra libertad!
Ya se va el sol,
hora de calmar el intrínseco dolor...
al llegar a casa un beso afortunado
sosegará la angustia
de trabajos opresores que destrozan
los cuerpos de los hombres.
La noche se cubre de alegría,
el pan es calma en los ojos de la niñez
y la sonrisa olvida una espalda
que volverá a padecer
al llegar el amanecer.
---- paco polonio -----
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