Con ser consecuente de la realidad no pretendo ni pedir ni exigir nada, más bien quiero ser amparado por la razón.
Al cerrarme en mi pensamiento, una forma de vivir absorbe mi resignado sentir dando conclusiones nefastas a mis días.
¿Borrar el pasado para hallar la libertad?.
Todo es susceptible para encontrar una fuerza interior que mitigue el recuerdo y modele el transcurrir de mis pasos buscando la certeza que libere mi corazón.
Sin menosprecio a lo vivido ni desconsiderando lo sentido quiero expectativas de normalidad en el sueño, que me den momentos sin contrastes tanto en el día como en la noche.
Ya no deseo vagabundear ni indagar en las sorpresas de la vida. Mi sentir va encaminado a una iluminación ponderada para disfrutar de la excelencia de los sentimientos impolutos, exquisitos y sublimes.
Darle coherencia a las formas orientativas de buen saber es la perfecta manera de comportamiento para así no resbalar en la cotidianeidad de un deseo desprotegido.
Cuando ronda el desdichado querer, solo vale superar el miedo y recobrar la vida. Comprender la realidad y evitar remordimientos que lleven a primitivos sentimientos. En la transparencia se debe vivir para dar sostenibilidad a lo que provoca esa subida de adrenalina cuando miro los ojos ajenos.
El pulso se acelera. Las palabras sugieren susurros que aturden a mi interior. Se desvanece mi cordura y caigo en la corriente de un río llamado amor.
¿Cuándo volverán las mariposas a volar en ese lugar donde provocan una agitación desmesurada?.
---- paco ----
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