Hablo en la noche
soliviantando premisas
que se desbocan en mi ser.
Hablo para calmar la ansiedad que me aprisiona.
Hablo y todo es hablar sin sentido
deteniendo el tiempo que se cubre del olvido.
La prudencia ya no engendra tranquilidad,
todo se inquieta dando a las palabras emitidas
una perplejidad que hace del criterio
un juicio que hunde mi esperanza.
Hablo en la noche
y quisiera estar callado.
Mis ojos se desbocan hacia un plácido sueño
convirtiendo las palabras en silencio.
Ya las palabras no hablan,
buscan un palpitar que consuele,
todo es silencio
y en mi corazón surge remordimiento.
---- paco ---
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