Abro mi ventana con el sueño matinal en mis ojos. Poca luz me invade y todo fruto de un paisaje que llama a la desolación pues las nubes llorando de entusiasmo se presentan ante mi. Melancólico panorama el que se me observa en un día donde mis energías están llenas de esperanza de vida.
Veo en el horizonte que el sol no da sus rayos de luz y me contagio de un ambiente bucólico que penetra en mi corazón para sentirme lleno de sentimiento.
Los pájaros no vuelan y están posados en las ramas de los árboles frutales que están en mis alrededores. Los olivos , muestran su verdor con gran deleite. Su frescor y su viveza dan una armonía a un campo que se encuentra vacío de almas trabajadoras.
¡ Llueve y los sabios del lugar dicen que perdurará unos días !.
La lluvia deja vacías calles , montañas y llanuras. El pueblo se sumerge en el calor del hogar para vivir de puertas adentro. La vida emerge en su ausencia en las calles desiertas. Puertas cerradas son amparadas por la belleza de la familia que sonríe en el interior de sus casas.
Con los ojos abiertos, veo el día con pasividad pero a la vez ilusionante. Pienso que la soledad es , a veces, interesante. Plácido es vagar por las calles mostrando el gozo de sentirte lleno de ese silencio que en ocasiones apetece llevar dentro. Dejar a un lado el mundano ruido y la intranquilidad de la vida de días cotidianos. Despojarse del estres que vive en las mentes por llegar más rápido a los lugares y conquistar espacios que hagan sentir satisfechos el día a día.
Desde mi ventana veo un paraíso que llena mi alma. Todo es silencio, todo es musicalidad que penetra en mi cuerpo con la solvencia de conseguir un respirar que llena mis pulmones de vida nueva .
¡ Huele a tierra mojada !.
La tierra, empapada de gratitud, da vida a unas plantas que deben almacenar el sustento que da el llanto del cielo para paliar la sed de un verano con altas temperaturas. Es la canción de guardar para luego tener vida. Las colinas que se muestran en su verdor por el manto de olivos, sonríen. Todo es felicidad en el campo. Allí se ven disfrutar el vuelo de los pájaros cantores, el zorro que vaga a sus anchas sin miedo a ser detenido, roedores disfrutando de la libertad y plantas sonrientes al recibir un agua fresca que da crecimiento a su cuerpo. Todo en el campo oscila en el agradecimiento por un día de lluvia engalanado de gratitud.
Cierro mi ventana y comienzo a vivir en mi hogar. Las llamas de la chimenea saltan de alegría por verse deslumbrantes . Es hora de dar rienda suelta a la imaginación y sentir que el día es de agradecer porque todos los días son maravillosos si vives para contarlo.
-------- SILENCIO ------
Sí amigo, vivir el presente y el día a día. Eso es lo importante.
ResponderEliminarBesos amigo.
Adoro el olor de la tierra mojada...
ResponderEliminarA menudo nos olvidamos de "vivir en el hogar". A menudo lo tratamos como si de una pensión se tratase, sin darnos cuenta, de que los mejores momentos, los vivimos en Él...
Un fuerte abrazo!!!
Me encantan los días de lluvia, las reuniones familiares alrededor de una mesa camilla, el olor y el color de las cosas mojadas.
ResponderEliminarUn beso Paco.
Yo agradezco poder visitarte y disfrutar de tus escritos. Me encantó la ternura que destilas en cada una de las palabras de tu relato. Eres exclente en narrativa y un gran escritor.
ResponderEliminarUna ternura de palabras las que de tí leo, Silencio, desprenden una fragilidad emocionante, a mí, particularmente, me encanta el olor a hierba mojada y el calor de una chimenea, hogar dulce hogar no?, no hay nada como la propia casa amigo, un placer seguir leyéndote, te mando un abrazo hasta tu rincón.
ResponderEliminarQue placer amigo caminar entre tus letras envueltas en esa sensibilidad de tu sentir hacia todo…
ResponderEliminarHa sido todo un deleite...incluso podía percibir ese olor a tierra mojada que tanto me gusta…
Buen fin de semana amigo ;-)
Bsos
Vive para ,,cantar .
ResponderEliminarEl color gris es tambien un bonito color,, ese gris que canta que llovera,,,,, el color esta en la forma en la que cantamos la vida.
Como siempre en ti ,, bello lo que cuentas
Hola y buenas noches...
ResponderEliminarUna estelar historia, hasta aquí me llego el olor a tierra mojada y no porque por estos lares este lloviendo...
Saludos de buen fin de semana
los dias de lluvia son bellos..pero en mi caso causan nostalgia...
ResponderEliminarSaludos!°
AmigTe deje unos premios en mi blog.
ResponderEliminarQue tengas un excelente finde semana!
.Besos.
Hola mi querido Paco, un día de lluvia, un día de agua bendita (en todos los casos). Un engorro para algunos que deben afanarse en cosechar para almacenar, para otro día poder seguir disfrutando del placer que uno halla en un día de lluvia.
ResponderEliminarPrecioso relato mi querido amigo, a mi me encanta ver el chisporrear de las llamas en la chimenea mientras al mismo tiempo oigo el repiqueo de la lluvia en los cristales de la ventana (aunque después tenga que limpiarlos jeje). Quedarme junto al fuego con un buen libro y con tan solo esos ruiditos de fondo como simple compañía, es ideal para mi gusto y aunque ahora no lo pueda disfrutar (pues me falta la chimenea jeje)sí que he podido antaño disfrutarlo plenamente y es una gozada jeje
Besitos azules querido mío, ten un buen resto de semana, muassssssss