Tengo encendido en mi pecho una llama ardiente
derrama jadeantes suspiros por la piel que cubre tu cuerpo.
Cada explosión de fogosidad es un enrojecimiento
y en todo mi corazón, se simboliza el poder de tu belleza .
Me desmayo ante tus ojos.
Desvanecido estoy por el amor que me das,
soy víctima de tu sonrisa y sueño tu boca conquistar.
Se presentan las venerables caricias en tu compañía...
tanto te quiero, que me dejan atado a tu hermosura
y en el umbral de la noche deseo estar
con mis labios puestos en los tuyos.
Cada urgencia de amor equivale a un profundo sentir
si no te tengo, acaparo un mundo de inquietudes
que hacen evadirme de lo real.
Un profundo sufrimiento produce el drama de la ausencia,
la angustia atenaza mi amor sincero...
pero al cielo miro y suplico por tu regreso.
Las estrellas me hablan, moderan mi desconsuelo...
me impulsan a creer en tu regreso.
Me guían por las vías pacificadoras hasta nuestro encuentro,
radiante es el momento y al darte un beso
se esfuma el padecer de mi adentro.
Juntos, nuestro camino es alegría, nos cubre la sonrisa
nos impregnamos de exquisitas sensaciones
y volvemos a recordar ese sentimiento
que se clavó en nosotros llegado el buen tiempo.
Sin dilema perseguimos el amor
y con destreza vivimos la intimidad.
A un enamoramiento pleno nos induce el acercamiento
para seguir amándonos
hasta el final de esta carrera de obstáculos
que es la vida.
Me desvivo por cada expresión de tu cara
y en tu corazón me hallo
para no olvidarlo con el paso de los años.
Enséñame a disfrutar a tu lado
que cada gesto de tus ojos evoca un mar de felicidad en mi.
Enséñame a relajar la mente sin llegar al silencio
para que no sufra en tus partidas.
Enséñame a evadir el pensamiento
a estados ancestrales que tranquilice mi alma
y dé paz a mi corazón que te aclama.
Cubierto con tus enseñanzas
encontraré el mejor sendero para satisfacer
el querer que te tengo y siempre
decirte te quiero.
---- paco polonio ----